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El conflicto entre Israel y Palestina es uno de los más largos y sangrientos de Medio Oriente. El origen del conflicto se remonta a principios del siglo XX, cuando el movimiento sionista buscaba establecer un Estado para los judíos en la región de Palestina, que estaba ocupada mayormente por árabes y otras comunidades musulmanas.
Tras la desintegración del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial, Reino Unido recibió un mandato de la Liga de Naciones para administrar el territorio de Palestina. Pero antes y durante la guerra, los británicos habían hecho diversas promesas a los árabes y a los judíos que luego no cumplieron, entre otros motivos porque ya se habían dividido Medio Oriente con Francia. Esto provocó un clima de tensión entre nacionalistas árabes y sionistas que desencadenó en enfrentamientos entre grupos paramilitares judíos y bandas árabes.
Después de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, aumentó la presión por establecer un Estado judío. El plan original contemplaba la partición del territorio controlado por la potencia europea entre judíos y palestinos. Sin embargo, esto no fue aceptado por los palestinos, quienes consideraban que se les estaba arrebatando su tierra.
Desde entonces, ha habido numerosos conflictos armados entre israelíes y palestinos, incluyendo guerras, ataques terroristas y enfrentamientos en la Franja de Gaza.
